
Sé como será.
Rápida y cortante será mi muerte.
Me hallará mirando el mar una tarde de otoño
y dejará en la arena un perfume a tristeza.
Allí caerá la lluvia y nada borrará ese perfume,
mi sello de existencia,
mi corazón en espera.
No te tengo miedo.
Sé como llegarás,
vestida de gris para acompañarme.
Serás mi única amiga
y me llevarás a tu reino blanco.
No te temo, amiga muerte,
hubo en mi vida algo más terrible:
la SOLEDAD.
A ella sí le temí.
Alexia. 1984.