De a poco vuelven las palabras al verme reflejada en esa otra.
Esa otra que llora por amor, desengañada.
De a poco la bruma se disipa y vienen, en pequeñas oleadas, las ideas, al sentir a esa otra destrozada.
El brillo de sus ojos no es el mismo y el temblor de su boca, otrora anhelante, me hablan de dolor.
Qué ganas de decirle: ¡no lo vale!
Sin embargo, sólo el tiempo y la distancia la arrastrarán a otra orilla, su barco enfilará sus velas hacia un nuevo horizonte, despejado y rico.
Apenas dio sus primeros pasos en la comedia y cayó, sin estrépito.
Sé que es fuerte, que no bajará los brazos, y confío en que sus ojos de ese color tan indefinido, brillarán nuevamente.
La desazón la arrastrará hacia el pozo más oscuro, para resurgir convertida en mariposa, colorida y resuelta.
Las lágrimas que ruedan hoy por sus mejillas regarán la tierra donde crecerá, fuerte, la nueva semilla de la esperanza.
Y cuando otros brazos la envuelvan, sabrá que ése es su lugar en el mundo.
Y cuando otros labios la besen, sentirá morir y renacer en el mismo instante.
Para N.R.D.
intensa y poetica como siempre
ResponderEliminarme encanta
besos y a cuidarse del frio