Tomé la
ruta sur y me alejé de vos, de mí y del mundo. Me dejé llevar por el asfalto
que se estiraba como mi pena cuando le da por llorar. Puse la música en el
volumen más alto y canté hasta desangrar mis cuerdas vocales, canté con el
corazón y expulsé el alma por la boca, esa boca que ayer te estaba besando y
que hoy calla dolores.
Derramé
lágrimas y más lágrimas, tantas que el mar se desbordó y me pidió que lo dejara
en paz, porque la arena se quejaba, coqueta y malhumorada, como suelen ser las
arenas los días lunes, más cuando es día impar, como mi corazón, que no
encuentra su entero. Porque para mitad está el mundo, que vive sin hallar su
destino.
El motor al
máximo, intentando descarbonizar su alma de acero, y mi motor de sangre y
músculo a medio latir, muriendo poco a poco el amor, matándolo para que no siga
doliendo, ese amor que apenas nacer ya estaba enfermo.
Mis dedos
aferraban el volante que por momentos se me iba de las manos, mis uñas
apretando el vientre mismo de mi pena, lastimándome en el físico para acallar
el suplicio de mi herida.
Otra vez
volver a empezar, sola.
Deberé
dejarme caer hasta al barro, hasta la misma raíz de mi dolor, para renacer
nuevamente, con alas nuevas, aunque cada vez más gastadas, anticipando un vuelo
bajo. Ya no seré águila o cóndor, volaré al ras de las flores, sin pretender
cruzar los cielos, las alturas no fueron lo mío, siempre les temí, tendré que
bajar mis pretensiones y dejar de anhelar grandes amores.
Basta para mí.
Hola Gabriela Cuánta pasión en este escrito!!!Me gusta por que grita sentimientos y eso a mi me acerca la historia. La sufro, la celebro, la vivo. .Si bien leo libros con estilos más tranquilos , creo mas bien que a esos los consumo y pronto no los recuerdo. Me dejan afuera del relato y soy, entonces,una mera espectadora. Este escrito transmite dolor pero también fuerza. No creo que la protagonista deje de " anhelar grandes amores ". Lo decimos todas ante una gran desilución. Sintiendo de la manera en que lo hace no puede negarse a un gran amor.
ResponderEliminarNo sé si era el comentario que esperabas. Vos me dirás. Cariños
Gracias Lidia, seguramente tenés razón en tu conclusión. Cuando uno ama de tal manera es imposible sustraerse a ese sentimiento nuevamente. Yo escribo con y desde las entrañas. Me alegra que te lleguen mis palabras.
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