lunes, 7 de marzo de 2011

SOY MUJER


Soy mujer… no sólo el 8 de marzo sino todos los días. Cuando reniego de mis obligaciones, y sin embargo las cumplo como mejor puedo.
Soy mujer cuando me detengo a mirar una vidriera, aunque no necesite lo que estoy viendo ni tenga el dinero para comprarlo.
Soy mujer cuando critico a otra mujer, ya sea por su ropa, por su aspecto o por su palabra.
Soy mujer también, cuando me emociono por una propaganda donde un niño abraza a su hermano o besa a un anciano.
Soy mujer cuando defiendo como leona a mis hijos, aún cuando tengo que pelearme con directivos de colegio o llorar frente a inspectores del consejo escolar.
Soy mujer también cuando alimento sueños, curo heridas con besos y digo mentiras piadosas, para no desilusionar a un niño… ya tendrá tiempo para eso.
Soy mujer cuando organizo un cumpleaños para cuarenta en dos días, y no me falta nada. Y también cuando quedo desvastada el día después.
Soy mujer cuando puedo hacer varias cosas a la vez, como hablar por teléfono, limpiar la cola a un niño y dar órdenes a otro.
Soy mujer al momento de poner las cartas sobre la mesa, patear el tablero si hace falta y empezar de cero.
Soy mujer cuando me emociono ante una poesía, o una flor, o una barata película romántica.
Y soy mujer también cuando me enojo por cualquier cosa, y ando alterada, porque estoy en “esos días”. O cuando “esos días” vienen de llanto y lágrima fácil, al borde de las pestañas.
Soy mujer cuando espero esa llamada, cuando aguardo ese mensaje, cuando quiero y no puedo.
Soy mujer cuando me entrego sin reservas, porque creo que es él, aunque luego descubra que era sólo un espejismo.
Soy mujer cuando lloro por ese amor desencontrado, siempre a destiempo, cuando vibro y espero como una adolescente a pesar de ser adulta.
Soy mujer ilusionada, romántica, idealista, crédula, por tanto, frágil, vulnerable, impredecible.
Soy mujer cuando dudo y me equivoco, y soporto las críticas y los baldes de agua helada, o las bombas que minan por unos días mi voluntad.
Soy mujer cuando perdono a aquellos que me juzgan y no me entienden pero que sé que me aman, que son mi familia, y por los cuales sacaría uñas y dientes.
Soy mujer cuando necesito de ese abrazo, de ese hombro para llorar, o de esa boca para besar. Y también lo soy cuando recibo a mi hombre y lo atiendo, como buena esposa y ama de casa.
Soy mujer cuando llevo en mis entrañas a los hijos de la vida, cuando los alimento a diario con mi sangre y mi palabra, cuando los siento moverse y vibrar dentro de mi. Soy mujer cuando me abro en dos, en tres o en cuatro, para traerlos al mundo, desgarrándome para que ellos vivan.
Soy mujer cuando mis pechos llenos colman sus gargantas y los inundan de vida, aún a costa de mi propio dolor, de mi propia sangre.
Soy mujer cuando los dejo el primer día en la puerta del jardín, llorosos y con miedo, y doy vuelta la esquina, escondiendo mis lágrimas, porque tengo tanto miedo como ellos. Soy mujer cuando los dejo partir, en busca de sus sueños, desplegando sus alas, alas fortalecidas gracias a mi empeño.
Soy mujer también, cuando los reto, con o sin motivo, porque estoy desbordada y cansada. Y soy mujer también cuando les pido perdón si me equivoco y les doy el ejemplo de la humildad.
No soy la princesa de los cuentos, sino una mujer real, humana, con mis miserias y mis grandezas, llena de defectos más que de virtudes.
Soy una mujer que duda, que se enfrenta día a día a la desaprobación de los demás, porque es difícil estar en los zapatos de una. Y es difícil también responder a las expectativas de los demás.
Las mujeres estamos llenas de contradicciones, de defectos, de debilidades, de dudas y temores…. Pero TODAS sabemos que podemos.

2 comentarios:

  1. Un bello texto para tan importante día.

    Muchas felicidades para ti hoy, que sea un lindo día, besos.

    ResponderEliminar
  2. GRACIAS AGLAIA... IGUAL PARA TI Y PARA TODAS LAS MUJERES, EL 8 DE MARZO Y TODOS LOS DIAS.

    ResponderEliminar

¿QUE OPINAS? ¡QUIERO SABERLO!