martes, 28 de agosto de 2012

¿QUÉ HARÉ CON ESTE AMOR? SE LO DARÉ A LOS NIÑOS


Porque te quiero, te dejo, te libero de mí.
Para que puedas quedarte en tu nido y remontar tu sueño de estudiante.
Para que puedas vivir sin más ataduras que las de tu pasado, anclado en el yugo familiar y en tu comodidad.
Porque te quiero te dejo, para que puedas seguir creyendo que sos libre, que tu gran corazón pleno de amor puede curar heridas y sembrar esperanzas.
Porque te quiero te dejo, porque yo también me quiero y no quiero tus sobras.
Porque las palabras deben sostenerse en hechos y los hechos se hacen cortos, o faltos de impulso.
Porque te quiero te dejo, para que sigas bailando rutinas y sembrando intrigas, con tu sonrisa de candidato y tu mirada pícara.

lunes, 27 de agosto de 2012

MI PAIS ES TU CUERPO


Mi país es tu cuerpo, mi cobijo es tu piel, mi refugio es tu corazón y mi frontera es tu respuesta. Tu pecho es mi colchón y tu abrazo mi consuelo. Tu palabra primero y tu mirada después, tus caricias camufladas, los encuentros ansiados, largas charlas de café, excusas y más excusas que nos fueron llevando, sin que nos diéramos cuenta (¿o sí?) hacia el final del camino donde inevitablemente caeríamos uno en el corazón del otro.
Pese a los reiterados discursos, aclaraciones y más palabras que queríamos creer y que ninguno, desde el inconsciente, creía, seguimos avanzando, a tientas y a empujones del corazón. Debía ocurrir y ocurrió.
Nos fuimos llevando lentamente, a golpes de confesiones y lágrimas derramadas (las mías), a secretos compartidos, de esos que dan vergüenza y que frente al otro nos redimen, lavando culpas y enjuagando traiciones, hasta que no quedó nada (o casi nada) que confesar, y nos sentimos puros y nuevos.
Y de esa pureza del alma nació un nuevo amanecer, una nueva esperanza cuando creíamos que todo había quedado para otras épocas, esas que ya no volverán, plenas de juventud e inconciencia, en la que nos enamoramos una y otra vez, sin conocer verdaderamente el amor, porque nos enamoramos de la idea del amor, ese platónico e ideal que no existe y por el cual lloramos y nos desengañamos luego.
Y ahora, cuando habíamos plantado bandera creyendo que ya no era para nosotros ese nuevo vivir en otra piel y en otros besos, nos despertamos del letargo, vencemos su resistencia y atravesamos el muro con violencia, y desafiamos todos los miedos y frentes que nos presenta la razón, y la combatimos, y le ganamos.
Y nos sentimos fuertes, y nos buscamos y nos deseamos como hace siglos no creíamos que ocurriría, y las pieles se mezclan y las bocas se invitan, y las almas se entrelazan y vamos por más.

BASTA PARA MI


Tomé la ruta sur y me alejé de vos, de mí y del mundo. Me dejé llevar por el asfalto que se estiraba como mi pena cuando le da por llorar. Puse la música en el volumen más alto y canté hasta desangrar mis cuerdas vocales, canté con el corazón y expulsé el alma por la boca, esa boca que ayer te estaba besando y que hoy calla dolores.
Derramé lágrimas y más lágrimas, tantas que el mar se desbordó y me pidió que lo dejara en paz, porque la arena se quejaba, coqueta y malhumorada, como suelen ser las arenas los días lunes, más cuando es día impar, como mi corazón, que no encuentra su entero. Porque para mitad está el mundo, que vive sin hallar su destino.
El motor al máximo, intentando descarbonizar su alma de acero, y mi motor de sangre y músculo a medio latir, muriendo poco a poco el amor, matándolo para que no siga doliendo, ese amor que apenas nacer ya estaba enfermo.
Mis dedos aferraban el volante que por momentos se me iba de las manos, mis uñas apretando el vientre mismo de mi pena, lastimándome en el físico para acallar el suplicio de mi herida.
Otra vez volver a empezar, sola.
Deberé dejarme caer hasta al barro, hasta la misma raíz de mi dolor, para renacer nuevamente, con alas nuevas, aunque cada vez más gastadas, anticipando un vuelo bajo. Ya no seré águila o cóndor, volaré al ras de las flores, sin pretender cruzar los cielos, las alturas no fueron lo mío, siempre les temí, tendré que bajar mis pretensiones y dejar de anhelar grandes amores.
Basta para mí.

viernes, 24 de agosto de 2012

DIA DEL LECTOR


La lectura... mi inseparable compañera y amiga desde que tengo uso de razón. Ella jamás me abandonó, jamás me traicionó y siempre, siempre, tuvo bellas palabras para mí.
A través de ella viajé en el tiempo y el espacio, leyendo ciencia ficción, enamorándome de marcianos y seres de otros planetas.
Luego incursioné en las historietas que leía papá y me creí guerrera, luchando junto a Nippur de Lagash, Dago y tantos otros seres fantasiosos.
No le escapé al oeste y fui muchachito pistolero, montando siempre un corcel brioso y disparando con precisión.
La adolescencia me volvió romántica y leí todas las novelas rosa habidas y por haber. Más tarde me aboqué a los autores latinoamericanos y ellos decidieron quedarse conmigo para siempre. Con ellos lloré, viajé, conocí ciudades y costumbres, me enamoré una y mil veces, hice el amor y también la guerra.
Enredada en los policiales, a veces clásicos, otras negros, tejí mil y una historias en mi mente y en mi corazón, siempre de la mano de un libro.
Sigamos sumando lectores y tratemos de atraparlos desde su más tierna edad.

jueves, 9 de agosto de 2012

MAQUETA DE TORMENTAS DEL PASADO

EN CAPITAL FEDERAL, EN LA LIBRERÍA SANTA FE. 

GENTILEZA DE JESICA ISABEL.




¡GRACIAS QUERIDA LECTORA!

miércoles, 8 de agosto de 2012

GENTILEZA DE GASTON INTELISANO: PRIMER CAPITULO DE SU NOVELA "MODUS OPERANDI"


-1-

    Como lo dice la Teoría del Caos, la cual enuncia, que hasta el aleteo de una mariposa puede generar un maremoto al otro lado del mundo, yo estaba por descubrir que todos los hechos en la vida están conectados. Y que el pasado nos persigue por siempre.
   Esa noche pasaban las tres de la madrugada y continuaba aún sin dormirme.
Casi agradecía que el Inspector Battaglia me hubiese llamado a esas horas, sacándome de la inquietud del insomnio. Pero su llamado a altas horas de la noche, como en otras oportunidades, no era una buena señal. Más bien era la señal de que algo malo había pasado.
   Ni bien terminé de anotar la ubicación de mi próximo destino, me puse uno de mis clásicos pantalones oscuros, una camisa clara con algunas arrugas, que esperaba nadie notara, mis zapatos que reservo para escenas del crimen que son a la intemperie y me dirigí al baño para intentar borrar el insomnio que llevaba grabado en el rostro. Tarea que era muy difícil de lograr con tan poco tiempo. Para una mujer hubiese sido fácil, ya que cuentan con maquillajes, cremas y demás sorpresas que ayudan a ocultar las situaciones o disimular  la inexistencia de belleza propia.
   Mi calle se encontraba silenciosa, en las ventanas de mis vecinos no había luces, lo único que rompía con esa impagable tranquilidad era el zumbido del motor de mi auto que con sus faros delanteros cortaba a la oscuridad de esa noche como un cuchillo afilado.
   Tras hacer varios kilómetros desde mi casa, llegué a la Avenida Martínez de Hoz, que bordea la costa de Punta Mogotes. Casi no había tráfico por esa vía y después de pasar por el Faro, cuando tome la ruta 11, alcancé a divisar a los patrulleros, y sus luces destellantes.
   Al estacionar al lado de uno de ellos pude ver delante de mí la clásica cinta amarilla, que en algunos casos era blanca y con letras rojas, que advertía que se estaba frente a la escena de un crimen y que no se permitía el paso.
    Pude observar que ya estaba en el lugar la Doctora Andrea DeMarco, la Médico Legista, que me saludó con la mano, invitándome a que me acercara.
   La Dra. De Marco fue la primera persona con la que entablé una amistad al llegar a la Departamental de la Ciudad de Mar del Plata. Apenas conocí a esta mujer de cabellos rubios y ojos tan celestes como el Océano Pacífico, supe que nos llevaríamos bien.  Aunque me superaba ampliamente en edad, ella bordeando los cincuenta, y yo adentrándome en los treinta, la química entre nosotros fue inmediata. Su amistad me ayudó mucho en mis primeros tiempos de adaptación. El hecho de ser de Capital Federal, había generado entre mis nuevos compañeros un grado de hostilidad del cual en ese momento no tenía idea, pero que era visible en sus rostros y actitudes hacia mí.




   Supongo que era porque,  sumado a lo que ellos llamaban “el porteño”, yo era quien había ingresado a la DMDP, como Jefe de la División Rastros. Yo venía a reemplazar al anterior jefe de unidad, que era un tipo muy querido y que había tenido que jubilarse por verse aquejado por la enfermedad de Parkinson, un padecimiento neurológico degenerativo en el que una parte del cerebro deja de producir suficiente dopamina, la sustancia que hace posibles las funciones motoras normales.
   De Marco me trajo de nuevo al presente con un comentario burlón sobre mi atuendo y de cómo llevaba la almohada pegada al rostro.     Me comentó que había llegado hacía casi una hora y que debido a la locación, sería muy difícil encontrar algún rastro. Me llevó hasta el lugar donde se encontraba el cuerpo.
    Se encontraba apenas a unos veinte metros de la ruta, adentrándose en el bosque que desemboca en la playa, en medio de dos balnearios. Se trataba de una mujer de mediana edad, blanca y de largos cabellos negros. Estaba acostada sobre su brazo izquierdo, en donde apoyaba su cabeza.
    No tenía puesto calzado de ningún tipo, lo que me llamó la atención.  Su espalda estaba al descubierto, ya que su remera estaba rota, y sus pantalones algo sucios por algo que parecía grasa o aceite. Había sido hallada por unos chicos que volvían de una borrachera que terminó antes, y que se habían detenido a orinar, debido a que la zona no estaba cercada, como en los balnearios aledaños.
  De Marco comenzó con su examen preliminar del cadáver, el cual fue fotografiado previamente, en tomas generales y de detalle, las que servirían luego para ubicar fehacientemente donde se había encontrado el cuerpo, así como las lesiones que éste presentaba.
A medida que ella iba desnudando el cuerpo de la víctima, yo iba colocando sus ropas en bolsas de papel madera identificadas con fecha, hora y número de caso, que serían enviadas al laboratorio, en busca de posibles rastros del cómo, donde, cuando y lo más importante, quien había cometido ese crimen. Después de que finalizó el examen exterior, así como las tomas fotográficas de las heridas, que por cierto eran numerosas y de gran variedad, los encargados de la morgue se llevaron el cuerpo de la mujer que por ahora no tenía nombre, o que al menos aún desconocíamos.




    El lugar era incómodo para trabajar. Debido a la espesa vegetación y a las voluminosas ramas de los árboles, se me hacía bastante difícil la búsqueda.  DeMarco tenía razón.
    Sería muy difícil hallar algo útil como evidencia. El lugar era muy ventilado, por estar tan cerca de la playa, y que la noche hubiese sido algo ventosa, no ayudaba. Me puse los guantes de látex y comencé a alumbrar la zona en la que se encontraba el cadáver.
    Había mechones de cabello de varios colores, los que recolecté y envasé en distintos sobres , pedazos de tela rasgada, un botón que no sabía si correspondía a la víctima o si ya estaba ahí, pero que de todas maneras recolecté. Lo último que tomé del lugar fue un paquete de cigarrillos, de marca “Richmond”, en cuyo celofán exterior pude divisar a simple vista, valiéndome de la linterna, la presencia de varias huellas latentes, que aunque eran parciales, podrían servir para AFIS.
AFIS es, según sus iniciales en inglés, el Sistema Automático de Identificación de Huellas Dactilares. Éste programa de computadora compara las huellas dactilares sospechosas, con las depositadas en una base de datos que la Policía y las demás fuerzas del orden van actualizando periódicamente.
Una vez que tomé una muestra de la tierra de los alrededores, y de la zona debajo del cuerpo, dí por terminada mi tarea de campo, ahora debía volver al laboratorio. Invité a  DeMarco a llevarla hasta la Morgue, y aceptó, ya que no había venido en su coche particular, sino que la habían traído en un coche patrulla.
    Después de dejar a la Doctora en la Morgue, y siguiendo su consejo de siempre de que me cuidara, me dirigí a casa, quería pasar a desayunar y dejar todo en orden, antes de volver a lo que adivine sería una larga jornada de trabajo.

                                                                                  ***      

MODUS OPERANDI. LA PRIMERA NOVELA DE GASTON INTELISANO


Gastón Intelisano nació en San Martín, Provincia de Buenos Aires, el 16 de Mayo de 1978.
Durante cuatro años acompañó como pasante universitario a la U.M.F.I.C. (Unidad Médico Forense de Investigación Criminalística) donde pudo observar de cerca el trabajo tanto de Médicos forenses como de Peritos y asistir a numerosas escenas de crímenes y autopsias.
Es Licenciado en Criminalística y Radiólogo.
MODUS OPERANDI es su primera novela.


COMPLICIDAD


Todos necesitamos un cómplice que nos tome la mano y nos detenga el tiempo,
Que aleje el naufragio que inunda los ojos y empaña el alma
Que cure heridas con sólo palabras, o silencios.
Todos necesitamos un cómplice que nos preste su pecho para esconder el rostro,
Para desagotar las culpas y abortar las vergüenzas
Para desistir de venganzas y de errar el camino.
Todos necesitamos, en definitiva, otro corazón donde alojar el nuestro.

miércoles, 1 de agosto de 2012

COMENTARIO DE MILENA FLORENCIA DE BILBAO


"Terminé "Tormentas del pasado" de Gabriela Exilart. 
Qué decirles? La verdad me pasó algo con este libro que es difícil de explicar. Llamenlo si quieren "amor a primera vista" pero creo que tal sentimiento se puede comparar a lo que vivencie con la lectura de este libro desde el momento número 1.
Desde que oí la mención del título me puse a investigar, y previamente a leer la sinopsis, lo que más cautivo mi atención fue la belleza de la tapa. Admito que soy de comprar los libros, a veces, por la belleza de sus tapas. Es que cuando tenía 11 años me sumergí en este mundo de letras e historias gracias a que me llamo la atención la llamativa tapa de Indias Blancas. Bueno, en fin, leí la sinopsis y me convencí de que ese libro tenía que, de alguna manera, estar en mis manos. Así que aproveché la primera salida con mi mamá luego de su viaje por las aguas caribeñas y corrí a cúspide a comprarmelo.
Y bueno, empecé, y terminé a los 2 días de habermelo comprado, retrasando el momento de terminarlo, porque la verdad la historia logro conmover cada ínfima fibra de mi ser.
Qué me llevo de esta maravillosa historia? 
Realmente me parece impecable el desarrollo del espacio histórico en el que se da la novela. Me encantó la descripción de lo que fue la Revolución del parque. Me sumergí completamente en el contexto y logre entender dicho proceso aún mejor de lo que me lo están enseñando en mi colegio secundario. Logré encariñarme con Alem y con Demaría, figuras históricas que las tenía de nombre solamente. Además algo que me parece fundamental, y que veo que a veces algunos escritores no se permiten desarrollar, y en esta novela encontré, es el crecimiento y la participación de los personajes secundarios. Creo que gracias a ellos logré aunarme aún más con la historia, me encantó el hecho de que cada uno tuviera su momento y que no hubiesen cabos sueltos, sino que este todo completamente amalgamado.
Y bueno, imposible no admirar a la gran Prudencia/Victoria. Creo que es una mujer tenaz, increíble, valiente. Considero que es la clase de mujer que todo lo puede, que logra vencer las adversidades y levantarse de las caídas de la vida, provocadas por los sucesos desgraciados. Ella es un personaje que tiene un desarrollo notorio, tanto como mujer y como persona.
Y Diego, otro! La verdad que imposible no enamorarse de ese repentino muchacho apasionado por una causa. Me gustó mucho la manera en la que la relación entre ambos fue naciendo. Y él me encantó, porque también se desarrolló como hombre, como humano. En un principio, es un muchacho más, frivolo, egoísta, despreocupado. Pero cuando avanza la historia, todo en él cambia completamente. Me gustó su sensatez en ciertos momentos, su rapidez mental, y su sensibilidad y respeto en determinados sucesos.
Y bueno, disfruté y me maraville. Hasta en una parte, que la leí en la madrugada, mis carcajadas fueron tan sonoras, que desperté a la casa entera jaja. Era un cruce entre Victoria y una prima de Diego, llamada Remedios (que la odio, por cierto).

Chicas, la verdad esta historia tocó mi corazón. Tanto que está en mi lista de libros VIP. Me deslumbró la descripción, el desarrollo, la trama, la cubierta, todo!! Y lo más importante, la esencia del libro!

Chicas se los ultra recomiendo. Mi nota en una escala de 1 al 10, es un super mega archi 10, y si pudiera le pondría un 11!"

GRACIAS MILENA POR TUS PALABRAS, ME INUNDARON EL CORAZÓN Y ME AFLOJARON LAS LÁGRIMAS. YO NO HUBIERA PODIDO HACER UNA DESCRIPCIÓN TAN ACABADA Y A LA VEZ TAN SENTIDA DE LA NOVELA. GRACIAS.