miércoles, 16 de diciembre de 2009

Avance del primer capítulo de "Si tú te atreves".

SI TU TE ATREVES CAPITULO 1.
Argentina, 1980.
A los veinte Marian se sentía toda una mujer. Había llevado una vida sin
golpes ni sobresaltos, normal para una joven de esa edad. Vivía en una localidad
balnearia, de aproximadamente setecientos mil habitantes. Sus padres tenían
una casa de fin de semana en la playa, en un paraje situado treinta kilómetros al
norte de la ciudad, lugar donde había vivido los mejores años de su corta vida.
Su padre, amante de la naturaleza, la había acostumbrado a la vida
campestre y Marian adoraba ir los fines de semana a aquel pequeño paraíso. Era
un poblado sobre la costa, de aproximadamente ciento veinte casas, bastante
alejadas unas de otras. También había un monte y un pequeño lago, adonde
solía ir a pescar de pequeña.
La familia había descubierto el paraje cuando apenas existían dos casas:
Marian tenía cuatro años. Se reunían varias parejas de amigos, dormían en
tiendas cerca de la playa y allí pasaban los fines de semana y las vacaciones.
Para los niños era una vida maravillosa, dado que estaban en pleno contacto con
la naturaleza, el aire puro y los animales.
Luego de unos años el grupo de amigos fue menguando y solo quedaron
su padre y Juan, compañero de la infancia. Ambas familias continuaron con la
tradición, hasta que pudieron comprar dos terrenos, separados por cuatro
manzanas uno del otro, en donde edificaron sendas casitas. Marian tenía
aproximadamente doce años.
La muchacha recordaba, mientras caminaba hacia la playa. Era un
hermoso atardecer de enero y estaba feliz: estaban en su semana de vacaciones.
Su casa distaba doscientos metros de la costa, los cuales recorría todos los
días para ir a tostarse y bañarse en el mar. Llegó a la arena, se quitó las
sandalias y mojó sus pies. Luego se sentó a contemplar el mar: adoraba el mar.
Nunca podría vivir en un lugar en que no pudiera verlo. El mar la atraía, la
relajaba y a su vez le daba fuerzas.
La costa estaba desierta, solo se veían a lo lejos unos puntitos negros: eran
los pescadores que aún no habían abandonado su tarea.
Después de unos cuantos minutos, se levantó, calzó sus sandalias, y
emprendió el regreso. Era un hermoso atardecer y apreció los pájaros, las flores,
los colores del cielo, que se transformaban. El anochecer traía consigo tonos
anaranjados y olores nuevos.
De pronto, Marian percibió algo extraño en el ambiente. Era miércoles y
las casas por lo general estaban vacías los días de semana.
En la cuadra siguiente había una mansión de tejas azules y paredes
blancas, cuyos dueños vivían en Córdoba. Marian sabía que ellos vendrían en
febrero, como todos los años. Frente a la misma, un Renault 9 verde, con el baúl
abierto, atrajo su atención. Dos hombres salían del chalet con bultos, apurados y
mirando en todas direcciones.
La joven dedujo que estaban robando y decidió ir en busca de ayuda.
Comenzó a caminar rápidamente hacia su casa, no quiso correr para que no
advirtieran su presencia. En ese instante, uno de los hombres la vio y se
apresuró en su dirección.
La muchacha inició una veloz carrera, cortando camino por entre los
pastizales, y cuando le faltaban casi doscientos metros vio que el Renault 9 la
seguía por la calle paralela. Uno de los hombres bajó del vehículo y corrió tras
ella, alcanzándola y derribándola. En la pelea vio que el otro se aproximaba,
amenazante. Entre ambos la cargaron en brazos y pese a que se defendió y trató
de gritar, la introdujeron, a fuerza de golpes, en el asiento trasero del auto.
Luego le taparon la boca con una cinta adhesiva, le ataron las manos detrás de la
espalda y le vendaron los ojos.
El motor se encendió y el auto partió, velozmente. Intentó sacarse la venda
de los ojos, y cuando lo logró, lo primero que vio fue un círculo negro muy
cerca de su nariz. El que empuñaba el arma le dijo:
-Vuelves a hacerlo y te agujereo la frente. –mientras le ponía nuevamente
la venda.
Alexia Rèves. Publicada por Editorial: Editora Digital / Julio 2009Género: Contemporáneo

1 comentario:

  1. Uy, Alexia, me dejás en suspenso!!!!!
    Intriga y romance, qué combinación excelente!!!! Felicitaciones.
    Besos, Gloria

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