lunes, 3 de septiembre de 2012

ENTREVISTA PARA TELAM


Tórrida pasión en tiempos de la Revolución del Parque

Mora Cordeu
Ambientada en la época de la Revolución del Parque (26 de julio de 1890), la novela "Tormentas del Pasado", de Gabriela Exilart, amplía el repertorio del género romántico e incorpora como nuevo ingrediente un alto voltaje erótico.
"Es un período del cual no hay mucho registro, que marca un cambio en la política argentina, pasando de la no participación a una situación diferente con esta revolución trunca", dice Exilart de su primera novela publicada (Plaza y Janés) aunque ya escribió nueve, una de las cuales pronto se dará a conocer.
Aunque escribe desde chica, recién en 2007 cuando le regalaron "El cuarto arcano", de Florencia Bonelli, se comunicó con la escritora, quien la animó para que continuara en ese camino, incluso la ayudó a abrir puertas en pos de cumplir su sueño.
"Tormentas del pasado" -que figura en el ranking de los libros más vendidos- es una historia de amor entre una joven inmigrante, marcada por la violencia y la tragedia Prudencia Fierro Rodríguez (devenida en Victoria Moro Bayón) y Diego Alcorta, el niño mimado de una de las principales familias citadinas, se entreveran con un relato histórico donde irrumpen Leandro Alem o Aristóbulo del Valle.
A esto se suma el escenario de la ciudad, que se transforma día a día, así como el crecimiento incipiente de poblaciones cerca de los fortines, y la llegada de miles y miles de inmigrantes que le imprimirán un sesgo de diversidad, característico desde entonces de la fisonomía identitaria del país.
"Yo escuché a un historiador por la radio en julio del 2009, que se conmemoraba un nuevo aniversario de esa revolución y fue tan interesante; ahí surgió la ganas de situar una novela en aquellos días", cuenta la escritora, abogada y docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
"Por mis novelas pasan muchos personajes, porque no es sólo la historia de los protagonistas -analiza Exilart- hay otros que interactúan, tienen sus propias historias y vivencias y para mí es importante que estén ahí".
En el libro, dice, "primero surgió el escenario, el relato se contó a medida que lo escribía. En realidad, no planifico, siempre tengo en mente los dos personajes principales, sus características, pero no sé que va a pasar más adelante. Se me cruza una idea y vamos hacia esa dirección".
En este caso "escribí de una manera muy vertiginosa, en seis meses, y la investigación corrió paralela. Fue un desborde".
"La novela se la dediqué a mi mamá, inmigrante española, vino de chiquita y bueno, aunque tiene poco que ver con la trama, hay una cuestión sentimental mía y lo que pretendo con la protagonista, abusada y violentada de pequeña, es rescatar la fortaleza de la mujer, para poder superarse a sí misma y salir adelante".
"En esa etapa se ve cómo los jóvenes se involucran con la política", menciona la escritora, siempre interesada en aunar lo individual del relato con lo que pasa a nivel colectivo.
Exilart refiere el trabajo de registrar los acontecimientos elegidos y las figuras de la Revolución del Parque, "incluso el costado humano de cada uno de ellos, para lo cual revisé muchos documentos".
Para la autora, el escenario histórico "resulta muy rico, porque uno puede tocar en cierta forma estos acontecimientos y es un pequeño aporte para los lectores que encuentran a través del género otra manera de acercarse a ellos".
El erotismo es uno de los ingredientes de la novela romántica, pero en la trama están muy marcados por decisión de su autora: "Y me arriesgué, nunca se sabe cómo va a ser recibido".
"Muchas lectoras me han dicho que les gustó ese erotismo porque las relaciones en cualquier tiempo tienen romanticismo, pasión y carnalidad", sentencia; y agrega que el único cuidado fue no escribir "nada chocante".
En toda la trama aparecen mujeres con mucha personalidad, "mujeres fuertes", muy diferentes y ninguna perfecta: "Yo creo que en una mujer encontramos tantas mujeres, por eso la existencia de personajes como la monja sor Renunciación o Doña Leonides Aragón, quien adoptó a Prudencia y Lucy la prostituta, que se convierte en la dueña del burdel".
¿Por qué el interés por este género? "Las mujeres somos materialistas, más románticas, nos enganchamos mucho con esas historias de amor incondicional, que sólo ocurren en las novelas porque en la realidad no es tan así. Yo creo que ellas buscan en estas fantasías concretar lo que en la vida real no se da salvo excepciones".

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